Es una visión penosa ver el estado de lo que fueron auténticos parajes de verdor , tintados ahora por manchas negras de hollín, y ansiosos de recibir lluvias que no llegan, meandros vacíos que ahora están  llenos de cantos rodados, aún a si merecen una visita.
Meandro de Rio Malo, (Cáceres)

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